Fig. 1. Redes de captura: Arthroboytrys oligospora (tomado de G. L. Barron)
Pratylenchus penetrans y Tylenchorhynchus dubius fueron suprimidos por el hongo Trichoderma viride, en suelo mezclado con micelios del hongo (Miller & Anagnostakis, 1977).
Eliseo Chaves
Diferentes especies de nematodos fitoparásitos fueron encontrados en distintas regiones de Argentina, cuya identificación y distribución se encuentran en los trabajos de Chaves, 1993; Chaves y Torres, 1996; 2001; Doucet, 1999; Mondino et al., 2006. En nuestro país, la semilla de papa puede estar parasitada por los nematodes Meloidogyne hapla, M.incognita, M.chitwoodi, M.javanica, M.arenaria, Nacobbus aberrans y Pratylenchus scribneri (Chaves y Torres, op.cit.). Estas especies cumplen gran parte del ciclo de vida en las raíces o en los tubérculos de la papa, lo que contribuye a la diseminación de la plaga (Fig 1).
A partir del conocimiento de la importancia y distribución de estas especies,
En concordancia con la política de fiscalización y a fin de unificar los métodos de análisis nematológico en la semilla, el INASE ha establecido la normativa referente a la habilitación y funcionamiento de los laboratorios de análisis de papa semilla que certificarán la sanidad de la misma (2004), donde se describen las drogas y el equipo mínimo requerido para el análisis, las técnicas de determinación de Nacobbus aberrans y Meloidogyne sp., y el modo de informar los resultados. A esta normativa se agregan los protocolos de ensayo que deben seguir los laboratorios habilitados para la realización de estos análisis en nuestro país.
Estos recaudos se basan en la posibilidad de separar, identificar y estimar los nematodos presentes en la simiente o en un lote, mediante el análisis nematológico realizado en un laboratorio de nematología. En el primer caso, el análisis sirve para identificar el patógeno y estimar su densidad en el suelo antes de la siembra, en el segundo caso, se utiliza para certificar la producción de semilla o para descartar simiente infectada. Un plan de muestreo que contemple un número de muestras representativo de la superficie a muestrear (suelo y/o plantas), permitirá una buena estimación de la sanidad del lote o simiente.
Por otra parte, Meloidogyne chitwoodi, Nacobbus aberrans y Pratylenchus scribneri están consideradas plagas de importancia cuarentenaria para la papa en Brasil y Uruguay, Meloidogyne chitwoodi en Chile y Nacobbus aberrans en Paraguay (Lista A1 y A2 de Plagas Cuarentenarias, SENASA, marzo 1997), lo que puede constituir un impedimento para la exportación de papa a esos países si no se logra producir semilla libre de esos nematodos.
Por último, es importante tener en cuenta que el análisis nematológico es el punto de partida para resolver los problemas causados por los nematodos, sobre todo en la producción de papa semilla, donde las tolerancias fijadas impiden la comercialización de simiente parasitada. Además, una estimación de las poblaciones de nematodos en el suelo, antes de la siembra, puede ser útil para evitar pérdidas económicas.
Figura 1. Tubérculos de papa con agallas provocadas por el parasitismo del nematodo agallador, Meloidogyne sp.
BIBLIOGRAFÍA
Chaves, E. 1993. Revisión de los nematodes formadores de quistes de
Chaves, E. y M. Torres. 1996. Prospección de suelos agrícolas del sudeste bonaerense para los nematodos quiste de la papa. Revista de Investigaciones Agropecuarias (RIA) 27, 1-6.
Chaves, E. y M.S. Torres. 2001. Nematodos parásitos de la papa en regiones productoras de papa semilla en
Doucet, M. 1999. Nematodos del suelo asociados con vegetales en
Mondino, E., Chaves, E. and Clausen, A. 2006. Distribution of nematodes in potato fields soil in Andean valleys of Argentina. Revista de
NEMA-AGRIS
6 al 12 abril 2011
Estos grupos tróficos se pueden diferenciar por la forma del cuerpo bajo microscopio estereoscópico (lupa) o por la forma de la región bucal y del esófago bajo microscopio de luz, según se muestra en la figura 1.
BACTERIÓFAGOS
Los nematodes bacteriófagos son pequeños (
Se alimentan de bacterias del suelo, más comúnmente de la rizosfera y son comunes en tejidos vegetales en descomposición. Cumplen un rol importante en la descomposición de la materia orgánica y en el reciclaje de los nutrientes del suelo, y son capaces de diseminar bacterias patógenas y útiles para la agricultura. Los géneros Rhabditis, Cephalobus, Acrobeloides, entre otros, corresponden a este grupo de nematodos. Se ha demostrado que estos nematodos no se alimentan de material muerto o de detritos, es decir, no son organismos saprófagos, como antiguamente se los clasificaba.
En la escala de Bongers & Bongers (1998), que diferencia los taxones teniendo encuenta de sus rasgos biológicos, desde colonizadores hasta persistentes (c-p), los nematodos bacteriófagos están comprendidos en dos categorías: cp-1, oportunistas de medios enriquecidos (Rhabditidae, Panagroliamidae, Diplogasteridae y cp-2, oportunistas generalizados (Cephalobidae). Los primeros habitan medios enriquecidos en alimentos, tienen una generación corta (una semana), son tolerantes a la polución y forman larvas de resistencia; los segundos habitan medios ricos y pobres en alimentos y son biológicamente semejantes a los primeros, pero no forman larvas de resistencia.
Este grupo de nematodos, con un ciclo de vida largo (cuatro semanas) y sensibles a la polución, está incluído en la categoría cp-3.
Presentan un ciclo de vida de cuatro semanas aproximadamente, son relativamente sensibles a la polución y están comprendidos en la categoria cp-3.
Algunos nematodos causan un daño mecánico leve en las células de las que se alimentan, sin que en éstas se operen cambios visibles; otros, por el contrario, provocan lesiones importantes.
Los daños mecánicos no son los únicos observables en este tipo de parasitosis. Algunos nematodos estimulan cambios en las células que parasitan por medio de sustancias que ellos segregan o por medio de sustancias que produce la planta en base a la presencia del parásito. El ejemplo más conocido es la formación de agallas en las raíces atacadas por Meloidogyne sp., las cuales se forman por hipertrofia (aumento del tamaño celular) e hiperplasia (aumento del número celular) de las células de la corteza o el periciclo. Sin embargo, la formación de agallas no es esencial para el desarrollo de Meloidogyne.
El cambio celular más importante es el sincitio (masa de citoplasma multinucleada formada por la fusión de células mononucleadas). Esta alteración celular es provocada por las especies de Globodera, Heterodera, Meloidogyne y Nacobbus y es esencial para el desarrollo de estos nematodos, ya que las células sincitiales les proveen el alimento en todo el período de su crecimiento.
Cada uno de los efectos patológicos descriptos varía de acuerdo con la especie del nematodo, la planta hospedante y otros organismos patógenos presentes en el suelo. Sin embargo, todos ellos provocan disminución del crecimiento, menor rendimiento y menor calidad del producto, o la muerte de las plantas en ataques severos.
Los omnívoros presentan un ciclo de vida largo (mayor de cuatro semanas, en algunos casos) y son sensibles a la polución. Se encuentran en la categoría cp-4.
Este grupo presenta ciclo de vida largo, baja tasa de reproducción y son muy sensibles a la polución. Corresponden a la categoría cp-5.
Bibliografía consultada
Bongers, T. and M. Bongers. 1998. Functional diversity of nematodes. Applied Soil Ecology 10, 239-251.
Chaves, E. 2005. Nematodos fitófagos: nematodos parásitos de la papa. Curso de Nematología, INTA-EEA Balcarce-Facultad de Ciencias Agrarias, UNMdP, 10 p.
Chaves, E., M.M. Echeverría y M. Torres. 1993. Clave para determinar géneros de nematodes del suelo de la República Argentina. Universidad Nacional de Mar del Plata,. Facultad de Ciencias Agrarias. 91 p.