jueves, 15 de diciembre de 2011

HONGOS NEMATÓFAGOS COMO ALTERNATIVA PARA EL CONTROL DE NEMATODOS FITÓFAGOS

Eliseo Chaves
Mar del Plata, Argentina
30/11/11

Los nematodos fitófagos causan daños en las plantas cultivadas, los cuales se relacionan con pérdidas económicas en la producción. Para combatir esta plaga, se aplican, generalmente, métodos de control químico, físico y cultural. Sin embargo, ninguno de estos métodos es capaz de erradicar los nematodos y algunos de ellos favorecen la contaminación ambiental y la degradación del suelo

El control de los nematodos es crítico en el monocultivo y en los cultivos bajo cubierta, debido al aumento progresivo de la densidad de las especies fitoparásitas en el primero y a las condiciones ambientales propicias para el desarrollo de estos organismos en condiciones de invernáculo. El productor se encuentra así ante el dilema de una plaga que provoca daños en sus cultivos y cuyo control resulta oneroso.

En relación con este problema en cultivos intensivos, uno de los ensayos actuales es la utilización de hongos nematófagos como técnica de control, si bien el conocimiento de estos hongos como predadores de nematodos no es reciente. Mankau (1980), señaló las características de los hongos nematófagos como agentes de control biológico.

En Francia se desarrollan diferentes cepas de estos hongos desde 1980, algunas de las cuales son preparadas industrialmente y usadas con considerable éxito en el control de los nematodos en invernáculos o en pequeñas extensiones. Por ejemplo, el hongo Arthrobotrys irregularis controla juveniles del nematodo del nudo de la raíz, Meloidogyne sp.; este hongo es utilizado en cultivos hortícolas y florales, y en el cultivo de kiwi (Cayrol et al.,1992). Paecilomyces lilacinus parasita huevos del nematodo agallador, Meloidogyne sp., de los nematodos quiste de la papa, Globodera rostochiensis y G. pallida;, del nematodo de la soja Heterodera glycines, del nematodo de los cítricos Tylenchulus semipenetrans y del falso nematodo del nudo, Nacobbus aberrans, entre otros. P. lilacinus es considerado un agente de control biológico en regiones tropicales y subtropicales.

Si bien hay datos que demuestran la eficacia de los hongos nematófagos en el control de los nematodos, sin causar daños en el medio ambiente, su utilización requiere tener en cuenta eventuales riesgos ecológicos. 

Los hongos nematófagos se encuentran en pequeña cantidad en suelos agrícolas y son específicos de un reducido número de especies de nematodos. De acuerdo con su forma de alimentación, se dividen en predadores de juveniles y/o adultos, y en ovicidas. Sus mecanismos de captura son variados, presentándose, entre otros, en red (Fig. 1) y en anillos o botones pegajosos (Fig 2).

Fig. 1. Redes de captura: Arthroboytrys oligospora (tomado de G. L. Barron)




Fig. 2. Anillos pegajosos: Arthroboytrys anchonin (tomado de G. L. Barron)
:


Pratylenchus penetrans y Tylenchorhynchus dubius fueron suprimidos por el hongo Trichoderma viride, en suelo mezclado con micelios del hongo (Miller & Anagnostakis, 1977).
                        Se han citado poblaciones de hongos patógenos en cultivo de la remolacha atacada por Heterodera schachtii. Un grupo de ellos penetra en las hembras recién formadas que están en la raíz, Estos son Catenaria auxiliaris y Nematophtora gynophila. El otro grupo corresponde a parásitos de los huevos, que pueden destruir el contenido de éstos en los quistes: Verticillium clamydosporium y Cylindrocarpon destructans. Hirsutella heteroderae parasita las larvas presentes en el suelo (Hainaut, Belgique, Colloque sur les Nématodes, 1984).
                         Por otra parte,:Catenaria auxiliaris y Nematophtora gynophyla parasitan las hembras de Heterodera avenae en la superficie de la raíz, rompen la cutícula y previenen la formación del quiste (Kerry, 1980); y hongos que provocan el oscurecimiento de los huevos de H. avenae y destruyen las hembras, fueron descriptos por Walia et al., (1998).



                        Verdejo–Lucas et al., (2002), señalaron la diversidad de hongos parásitos de huevos de Meloidogyne en cultivos hortícolas de Almería y Barcelona. España. Verticillium chlamydosporium, V. catenulatum, Fusarium oxysporum, F. solani, Acremonium strictum, Gliocladium roseum, Engiodontium album, Dactylella oviparasitica fueron los hongos asociados a los huevos del nematodo agallador.
                        Olivares-Bernabeu et al., (2003) realizaron una prospección de los hongos nematófagos en bosque de Pinus-Quercus, y en cultivos de Citrus. Determinaron que los hongos nematófagos detectados dependen de la técnica de extracción usada; la técnica de Dreschler (1941), modificada por Stirling (1991, da buenos resultados.

                        En un ensayo bajo cubierta, Oduor-Owino (2003), probó el uso de enmiendas orgánicas, nematicidas y el hongo Paecilomyces lilacinus para el control de huevos de Meloidogyne incognita en cultivo de tomate. Observó que el menor índice de agallamiento, menor número de agallas y población del nematodo, se daba en los suelos tratados con aldicarb en combinación con P. lilacinus.
En Cuba se han desarrollado investigaciones para el uso de Pochonia chlamydosporia var. catenulata en el control  de Meloidogyne incognita, en sistemas de producción comercial (Montes de Oca, 2005.). P. chlamydosporia es considerado uno de los organismos más promisorios en el control biológico de los nematodos agalladores (Kerry y Jaffee, 1997), en particular, de huevos de M. incognita (Kerry, 1987; Hidalgo, 2000). En evaluaciones de aislamientos autóctonos de P. chlamydosporia, Hidalgo et al., (2000), seleccionaron la cepa Vcc-108 de P. chlamydosporia var. catenulata como potencial agente de control biológico de Meloidogyne spp.
Para utilizar los hongos nematófogos como eventuales controladores de los nematodos fitófagos, hay que realizar una prospección de los suelos en búsqueda de éstos, los cuales, a veces, se encuentran entre las poblaciones de nematodos. Hay que caracterizarlos, es decir, conocer su especie, y cultivarlos en medios de cultivo apropiados. Luego hacer ensayos para confirmar su patogenicidad.

Sin embargo, se debe tener en cuenta que a pesar de que los productos biológicos basados en hongos, han demostrado eficacia en el control de los nematodos fitófagos, sin causar efectos adversos en el medio ambiente, aun no se han estimado los riesgos ecológicos, es decir, la toxicidad y la patogenicidad en el ambiente, así como su dispersión y persistencia. Además, es necesario un estudio previo de los posibles métodos de producción y la aplicación de un sistema de calidad que garantice productos seguros, eficaces, comercialmente viables y en concordancia con el desarrollo de una agricultura sustentable (Montes de Oca, op. cit.).
Una investigación interesante, ya no desde el punto de vista práctico, se encuentra en la publicación de Ahren y Tunlid (2003), quienes estudiaron la evolución del parasitismo de un grupo de ascomicetes que viven en el suelo como saprófitos o parásitos. Mediante el análisis de la secuencia del ADN ribosomal 18S, los autores han mostrado que estos hongos forman un clado monofilético y aislado entre los ascomicetes.
Se encuentra una extensa bibliografía sobre el control biológico de los nematodos fitoparásitos y, en este sentido, el trabajo de Nivian Montes de Oca, citado, presenta una amplia información.

BIBLIOGRAFIA
Ahren, D. and A. Tunlid. 2003. Evolution of parasitism in nematode-trapping fungi. Journal of Nematology 35: 194-197.

Cayrol, J-C., Djian-Caporalino, C. et  E. Panchaud-Mattei. 1992 La lutte biologique contre les nématodes phytoparasites. Courrier de la Celulle Environnement de l’INRA 17: 31-44.

Dreschler, C. 1941. Predaceous fungi. Biological Reviews of Cambridge Philosophical Society 16: 265-290.

Hidalgo, L. 2000. Potencialidades de cepas autóctonas de V. chlamydosporium (Goddard) como agente de control biológico de Meloidogyne spp. Tesis en opción al grado de Doctor en Ciencias Agrícolas. UNAH-CENSA.

Kerry, B.R. 1980. Biocontrol: fungal parasites of female cysts nematodes. Journal of Nematology 12: 253-259.

Kerry, B.R. 1987. Biological Control. In: Principles and Practice of Nematodes Control in Crops. Pp. 233-257. In: R. H. Brown & B. R. Kerry, eds. Academic Press, Sydney.

Kerry, B.R. y Jaffee, B.A. 1997. Fungi as biological control agents for plant parasitic nematodes. In: Wicklow/Soderstrom, Eds.. The Mycota. IV Enviromental and Microbial Relationships Springer-Verlag, Heidelberg, Berlin.
Mankau, R. 1980. Biocontrol: fungi as nematode control agents. Journal of Nematology 12: 244-252.
Miller; P. M. and S. Anagnostakis. 1977. Supression of Pratylenchus penetrans and Tylenchorhynchus dubius by Trichoderma viride. Journal of Nematology 9: 182-183.
 Montes de Oca, N. 2005. Perspectiva para la fabricación de un bionematicida a partir del hongo Pochonia chalmydosporia.
www.monografías.com/trabajos26/bionematicida/bionematicida.shtml
Oduor-Owino, 2003. Integrated management of root-knot nematodes using agrochemicals, organic matter and the antagonistic fungus, Paecilomyces lilacinus in natural field soil. Nematologia mediterranea 31: 121-123.
Olivares-Bernabeu, C., L. V. López Llorca and B. Boag. 2003. Nematodes and nematophagous fungi associated with Citrus fields and Pinus halepensis-Quercus rotundifolia forest soil. Nematologia mediterranea 31: 3-9.
Stirling, G. R. 1991. Biological control of plant-parasitic nematodes. G.R. Stirling, ed. CAB International, Walliingford, UK, 282 p.
Verdejo-Lucas, S., C. Ornat, F. J. Sorribas and A. Stchiegel. 2002. Species of root-knot nematodes and fungal egg parasites recovered from vegetables in Almeria and Barcelona, Spain. Journal of Nematology 34: 405-408.
Walia, R. K. and M. R. Dalal. 1998. Black egg disease of Heterodera avenae in Haryana (India) and the role of fungal parasites in the natural regulation of nematode populations. Nematologia mediterranea 26: 3-8.